¡Hola! Hoy me encuentro desde la comodidad de mi acogedor estudio, y espero que estés tan inspirado como yo mientras seguimos adelante con este emocionante camino hacia nuevos conocimientos. Hoy vamos a profundizar en un tema que, aunque puede resultar incómodo, es fundamental para nuestro crecimiento: la mentalidad del artista vendedor y cómo superar el miedo a promocionar nuestras obras.

Rompiendo barreras mentales

Primero, hablemos sobre el miedo. Ese pequeño GRAN monstruo que muchas veces se asoma cuando pensamos en promocionar nuestro trabajo. Es completamente normal sentir esa inseguridad, (en mis inicios también lo llegué a sentir). Pero, ¿sabías que este miedo puede ser transformado en una oportunidad de crecimiento personal y profesional? ¡Así es! Cambiar nuestra mentalidad es el primer paso para liberarnos de las ataduras que nos mantienen alejados de mostrar lo que amamos.

Imagina que cada vez que hablas de tu obra, estás contando una historia, una narrativa única que solo tú puedes contar. En lugar de pensar en la venta como un acto frío y comercial, empieza a verlo como un acto de compartir tu visión con el mundo. ¿No es increíble pensar que tu arte puede tocar la vida de alguien más?

El poder de la conexión

Promocionar tu obra no se trata solo de vender, se trata de construir conexiones. Al mostrar tu trabajo, estás invitando a otros a unirse a tu mundo, a tu visión. Cada interacción, cada conversación sobre tu arte, es una oportunidad para compartir tu pasión y tus experiencias. Con el tiempo, te darás cuenta de que la promoción no solo se trata de obtener dinero, sino de crear comunidad y conexión.

Prácticas para superar el miedo

Ahora, te voy a mostrar algunas prácticas que te ayudarán a superar ese miedo:

• Crea un discurso breve: Imagina que tienes solo un minuto para presentar tu obra a alguien. ¿Qué dirías? Practica este discurso y hazlo parte de ti. Cuanto más te familiarices con él, menos miedo sentirás al hablar de tu arte.

• Hazlo gradual: Comienza promocionando tu trabajo en círculos pequeños. Comparte tu obra con amigos y familiares antes de lanzarte a una audiencia más amplia. La práctica hará que te sientas más cómodo.

• Recibe retroalimentación: Escuchar las opiniones de los demás sobre tu obra puede ser aterrador, pero también es muy enriquecedor. Acepta la crítica constructiva y utiliza esos comentarios para mejorar.

• Celebra tus logros: Cada vez que logres promocionar tu obra, por pequeña que sea la victoria, ¡celebra! Este reconocimiento te ayudará a construir confianza en ti mismo y en tu trabajo.

Hacia la autenticidad

Recuerda que cada artista tiene su propia voz y estilo. No trates de encajar en moldes ajenos; sé auténtico. La autenticidad es lo que atraerá a las personas hacia ti y tu obra. Cuanto más te conectes con tu esencia, más fácil será compartirla con el mundo.

Así que, la próxima vez que sientas ese nudo en el estómago al pensar en promocionar tu arte, recuerda: tienes una historia que contar. Tienes una visión que compartir. No dejes que el miedo te detenga. Atrévete a mostrar tu trabajo al mundo y permite que otros se enamoren de él.

Nos vemos en el próximo artículo, donde profundizaremos en ponerle precio a tu trabajo. 

Con cariño, tu amiga Lucero.